Encontrar una empresa de mudanzas de confianza y agendar fechas y horarios será lo primero que debas hacer.
En cuanto sepas la fecha en la que vas a mudarte, avisá a tus proveedores sobre tu cambio de dirección. Si tenés que dar de baja internet, coordiná la visita para su instalación así queda agendada. Además, si vivís en un edificio, será útil que avises a la administración y al encargado/a.
Ordenar, tirar, donar. Estas tres actividades van a hacer mucho más fácil tu mudanza y evitarán que traslades objetos que ya no usás.
¿Cómo vas a trasladar tus cosas? Hacete de cajas y bolsas resistentes. Los objetos particularmente frágiles deberán ser embalados de una forma especial. ¡No lo dejes para último momento!
Pensá en lo que vas a necesitar el día de la mudanza. Guardá una muda de ropa y dejá a mano todo lo que puedas llegar a usar ese día y los días previos. Es muy común que en el entusiasmo de la mudanza empaques cosas que vas a necesitar después.
Recordá vaciar la heladera y desenchufarla lo antes posible. En particular, si el freezer tiende a producir hielo, contemplá hacer el descongelamiento varias horas antes, para no complicar la mudanza.